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jueves, 25 de agosto de 2011

La mejor de las generaciones.

Nihilismo, ¡ah, qué gran palabra!, es la doctrina filosófica que sugiere la negación de uno o más de los supuestos sentidos de la vida. Más frecuentemente, el nihilismo se presenta en la forma de nihilismo existencial, el cual sostiene que la vida carece de significado objetivo, propósito, o valor intrínseco. 
Pero también es una forma de pensar partidaria de deshacerse de todas las ideas preconcebidas para dar paso a una vida con opciones abiertas de realización, una existencia que no gire en torno a cosas inexistentes, es decir, de empezar de cero tras la caída de una serie de valores considerados infalibles, tras la caída de 'Dios' (que encarnaría esos valores).


Expresa la actual situación de un reducido segmento de la población del 'primer mundo', de la juventud, que sabemos que Dios no murió en nuestra generación sino en la anterior pero seguimos paralizados, como un cervatillo sorprendido por los faros de un coche en medio de una carretera. 
Se nos supone capaces de realizar la transvaloración, es decir, la creación de unos nuevos valores propios que superen los anteriores, pero somos incapaces.
Se nos supone como la generación más formada de la Historia, con más cabeza, con más objetivos... Pero seguimos en mitad de esa carretera siendo deslumbrados. 
Somos la generación que enfrenta ambas acepciones del nihilismo simultáneamente; no encontramos un sentido intrínseco a la vida porque el materialismo puro nos aliena y lo sabemos, y queremos crear unos nuevos valores porque los anteriores no nos representan: nos agobian y asfixian. 


Múltiples jóvenes no ven más allá de los faros del coche o la negrura nocturna, no ven un horizonte y por ello se pierden a sí mismos dentro del sistema consumista y capitalista neoliberal, un sistema que aplaca la sed de libertad y juventud con alcohol, que idiotiza con televisión, que amuerma, que machaca al que sobresale, que premia la holgazanería y ensalza la estupidez. Un sistema que vemos corrupto porque sólo por ser 'alguien' te dan dinero.


Somos la generación con mayor calidad de vida, con mayor cultura y formación, pero también somos la generación de la desesperanza, del miedo al futuro y del materialismo. A todos los jóvenes les digo: ¡no desesperen, no se dejen marchitar y defiendan sus nuevos valores!. 


Podemos crear un nuevo Dios, tan sólo tenemos que quererlo y no extraviarnos.

lunes, 22 de agosto de 2011

Hoy he de claudicar
a ti, estrella fugaz.
Me rendí ya de andar,
negligente voluntad.

Perseguí un destello de plata
y me hirió como una navaja,
despertó mi suspicacia
en cuanto a tener esperanzas...

Ya no siento,
ya no sufro,
ya no espero,
ya no corro tras quimeras
de argénteo y frágil cuerpo.