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jueves, 23 de diciembre de 2010

martes, 21 de diciembre de 2010

Habitación en Roma

Y todo empieza en una habitación, un espacio que sería de lo más cotidiano si no fuera porque está en un emplazamiento muy tipificado en lo romántico: Roma y su coliseo, pero es irrelevante el espacio en el que se desarrolla la acción, son relevantes sus usuarias: dos perfectas desconocidas que quedan prendidas a primera vista en un bar y deciden pasar la noche juntas.
Una sabe de que va la cosa, y la otra es la primera vez que le sucede y prueba suerte, pero se encuentran con un tercer personaje inesperado por ambas: el amor, que hace acto de presencia en un fresco de Cupido y en sus corazones, haciéndoles desear que esas horas de acogedora oscuridad no acaben nunca, planteándose vivir en ese eterno presente y dejarlo todo atrás, y transmitiendo al espectador la sensación, la necesidad, de tener una noche así, una noche en la que nada importa más que la persona que tienes al lado y lo que te transmita.
Y así sin darte cuenta conoces a ambos personajes en apenas hora y media de una manera muy intensa, aunque realmente no tienes ni la certeza de saber sus nombres, sólo datos biográficos y el inmenso amor que se puede llegar a sentir incluso en tan breve espacio de tiempo.
En fin, que os recomiendo encarecidamente que la veáis, y venzáis a los posibles prejuicios, y sobre todo que la disfrutéis y reflexionéis acerca de ella, y su 'aplicación' a la vida diaria.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Páginas

Todo en la vida es literatura, cada cual es su propia página en blanco que se va llenando con sus experiencias vitales, rellenándose línea a línea, y a nuestra vez, escribimos historias, recuerdos, sueños, ilusiones, miedos... en las páginas de otras personas, bien porque los compartimos, bien porque nos pertenecieron.

Hay páginas más y menos ordenadas, con márgenes y sin ellos, con faltas de ortografía (aunque mi opinión es que 'hamor' se escribe con "h" por algo), con letras fuera de lugar y borrones de tinta a montones, hay páginas muy pulcras de gente que ha caminado por la vida de puntillas, y gente que escribe en tu página como el que graba en madera, gente que con finos trazos consigue preservar su firma hasta que tú página se descompone, y gente que emplea una tinta tan hidrosoluble que con las primeras lágrimas se disuelve. Están las páginas de una mente caótica, llenas de borrones y tachones por todos lados, y anotaciones al margen de todo tipo, no siempre les hace caso pese a que le pueden advertir de un error mil y una veces cometido, y la caligrafía es críptica, ondulante al ritmo de sus cambios de humor y pensamiento. Sin olvidar los pies de página que intentamos poner a la vida, intentando que nuestra página sea menos jeroglífica y entender porqué pusimos eso y de ese modo en aquel momento concreto y no se pierda en la bruma de nuestra memoria.

Aspiremos a ser algo más que  una nota a pie de página o una anotación al margen en la vida de los que nos rodean, llenemos sus páginas con xilografías y a ser posible, respetemos esos espacios oscuros cuando lleguen a nuestras vidas nuevas personas, hay pasajes que quizás no deberían ser leídos.

Me pregunto que leerá en la mía un desconocido...

jueves, 9 de diciembre de 2010

Nieve



Frío, alcohol y tabaco aminoran el dolor por lo que podría haber sido y no es, por todos los amores que no acaban de empezar o terminan, por todos los mundos que nunca conoceremos aunque parezca que estén tan cerca de la yema de los dedos...
Todo se derrumba, y la miseria que cimienta nuestras vidas sale a relucir. Pero entonces cae la nieve... Que borra las huellas de esas posibilidades que se han ido, dejando un lienzo en blanco en el que poder escribir de nuevo nuestra historia, nieve caída con ayuda de los amigos.
Una sonrisa que da paz y esperanza, un simple perro de paja, unas manos que abrazan, otro día que girará la esfera terráquea, promesas de que mejorarán las cosas, de que mi lienzo volverá a estar en blanco algún día, sin importar el tiempo que lleve... Y saber que hay pintores de grandes escritos y mejores amistades como mi 'pequeño' gran Maurice, del que me he tomado la libertad de parafrasearle (espero que no le importe).
Hay cosas que no tienen precio, y los días si lo han tenido, pero no la amistad que los ha rellenado, sois importantes chicos, no lo olvidéis.

Siempre podrá caer la nieve mientras creamos en el invierno.