Esta entrada la quiero dedicar por completo a un documental que vi recientemente (vía tuenti, lo que demuestra que no solo sirve para hacer el chorras) y que me impactó profundamente, hasta el punto de estar llorando y no saber exactamente por qué, quizás por la profunda desesperanza y falta de fe en el ser humano, en ellos mismos, que transmiten; su eterna duda de si sobrevivirán una noche más, un día más, arrastrándose entre basura, vodka, pegamento, recuerdos semificticios y los escombros de sus vidas. Porque eso es lo que son al fin y al cabo, escombros de personas, ruinas andantes, que no aspiran ya a sobrevivir sino a morir pacíficamente y no estrangulados tras una violación, por ejemplo.
Muchos de ellos tienen apenas 5 añitos cuando se sumergen en esta espiral de autodestrucción y sólo viven el presente, porque para ellos el pasado es una nebulosa en la que emergen a veces los rostros de unos padres alcoholizados y maltratadores, el presente lo sobreviven como pueden, agrupándose en 'camadas' como cachorros desamparados y proporcionándose el escaso calor humano que pueden darse entre sí, ¿y el futuro? no existe, solo les depara una probabilidad bastante alta de morir antes de llegar siquiera a la adultez...
En fin, aquí os dejo el documental: "Los niños de la estación de Leningradsky"
www.megavideo.com/?s=seriesyonkis&v=9ML9E7GB&confirmed=1
lunes, 5 de julio de 2010
sábado, 26 de junio de 2010
Summertime
Bueno parecía misión imposible y que nunca iba a suceder, pero ha sucedido, el verano ha llegado y más limpio que la calva del de la lotería, siendo inaugurado por un chubasco de verano purificador y aterrador a partes iguales cuando retumbaban los cristales o la habitación relumbraba en la penumbra.
De momento el verano se abre ante mí como una baraja de cartas desplegada sobre una mesa, múltiples opciones todas muy apetecibles y sobre todo que prometen risas, cachondeo y diversión; además dentro de unos días jugaremos la carta 'multicolor' y la jugaremos orgullosos, Madrid estará a nuestros pies bullendo de reinas, reyes, reinonas, damas y caballeros (aunque sean los menos) y la compraventa ilegal de bebida no parará en toda la noche, asiáticos vendiendo birras y comida puestos en cada esquina.
Espero que otro día entre en juego la carta del joker y realmente sea un día comodín para hacer lo que me plazca, y por supuesto espero que pinte en oro o en diamantes por aquello de la abundancia...
En fin, el verano y sus refrescantes e inocentes aguas están esperando a que me zambulla en ellas y empiece a atravesarlas, en una travesía que ahora mismo se me antoja eterna e inabarcable.
De momento el verano se abre ante mí como una baraja de cartas desplegada sobre una mesa, múltiples opciones todas muy apetecibles y sobre todo que prometen risas, cachondeo y diversión; además dentro de unos días jugaremos la carta 'multicolor' y la jugaremos orgullosos, Madrid estará a nuestros pies bullendo de reinas, reyes, reinonas, damas y caballeros (aunque sean los menos) y la compraventa ilegal de bebida no parará en toda la noche, asiáticos vendiendo birras y comida puestos en cada esquina.
Espero que otro día entre en juego la carta del joker y realmente sea un día comodín para hacer lo que me plazca, y por supuesto espero que pinte en oro o en diamantes por aquello de la abundancia...
En fin, el verano y sus refrescantes e inocentes aguas están esperando a que me zambulla en ellas y empiece a atravesarlas, en una travesía que ahora mismo se me antoja eterna e inabarcable.
martes, 15 de junio de 2010
Walking under the rain...
La lluvia repiquetea en los cristales y sobre los tejados, miro afuera y veo el cielo gris, cargado de mierda, malos presagios y nubes preñadas de lluvia, obstruyendo la visión del skyline. Mi aliento empaña el cristal mientras mi cabeza reposa sobre el marco de la ventana, aunque mi interior está como un mar embravecido de algodón, furioso pero amortiguado.
Doy vueltas por mi habitación como una fiera enjaulada que arrastra sus cadenas sin ser del todo consciente de ello; mis cadenas están hechas de horas, obligaciones y compromisos para con el mundo, y consiguen su objetivo: ser un lastre de la felicidad.
Mi mente y mi cuerpo me piden un respiro y un paseo para intentar tragar o digerir un poco mejor toda esa mezcla de sensaciones y sentimientos contradictorios, y pese a la manta de agua que está cayendo, agarro las llaves, un paraguas y a mi perra.
Notar como mis pies hollan la arena mojada, sin prisa, sin pausa, entreoyendo las 'butterflies' en el caer del agua sobre mi paraguas y los jadeos de mi perra; huele a ozono y a vida, pero al mismo tiempo está todo tan desierto, tan vacío... tan muerto.
Oleadas de pensamientos van llegando a mi cabeza y saturándola mientras asciendo la colina del parque (ocasionalmente, crujen los caracoles a mis pies), y me encuentro a mí misma lanzando piedras loma abajo, chillando con cada piedra que lanzo, sintiendo la sangre latir en mis oídos y lágrimas calientes aflorando en las comisuras de mis ojos; dando salida a una amalgama de rabia, confusión, incertidumbre... y sin embargo, sin saber del todo el porqué me daba ese arrebato, quizás el stress, nervios, quien sabe qué, pero a lo peor fue la mecánica de mi corazón, que está algo oxidada...
Doy vueltas por mi habitación como una fiera enjaulada que arrastra sus cadenas sin ser del todo consciente de ello; mis cadenas están hechas de horas, obligaciones y compromisos para con el mundo, y consiguen su objetivo: ser un lastre de la felicidad.
Mi mente y mi cuerpo me piden un respiro y un paseo para intentar tragar o digerir un poco mejor toda esa mezcla de sensaciones y sentimientos contradictorios, y pese a la manta de agua que está cayendo, agarro las llaves, un paraguas y a mi perra.
Notar como mis pies hollan la arena mojada, sin prisa, sin pausa, entreoyendo las 'butterflies' en el caer del agua sobre mi paraguas y los jadeos de mi perra; huele a ozono y a vida, pero al mismo tiempo está todo tan desierto, tan vacío... tan muerto.
Oleadas de pensamientos van llegando a mi cabeza y saturándola mientras asciendo la colina del parque (ocasionalmente, crujen los caracoles a mis pies), y me encuentro a mí misma lanzando piedras loma abajo, chillando con cada piedra que lanzo, sintiendo la sangre latir en mis oídos y lágrimas calientes aflorando en las comisuras de mis ojos; dando salida a una amalgama de rabia, confusión, incertidumbre... y sin embargo, sin saber del todo el porqué me daba ese arrebato, quizás el stress, nervios, quien sabe qué, pero a lo peor fue la mecánica de mi corazón, que está algo oxidada...
viernes, 11 de junio de 2010
Loneliness
Sabías a alcohol y a frescor... yo a dudas, cobardía y soledad con toques de sangría a partes iguales.
El escenario, romántico, con el crepúsculo guiñándonos sus últimos rayos de sol por entre las copas de los árboles y el lucero vespertino saludando.
El momento era perfecto, yo con el ánimo por los suelos y tú con el juicio ebrio; te conté el porqué de mi malestar y tú, por toda respuesta, me besaste.
Tras lo que a mí me parecieron unos efímeros momentos te separaste y me dijiste que temías dañarme, pero,claro, tú no sabías que mientras yo andaba perdida en tu boca la bola del piercing había roto todas mis defensas y mis esquemas como si una de demolición se tratase, dejando mi 'esencia' expuesta y vulnerable...
Me dijiste que perdías el culo por otra tía, y procedí apresuradamente a recoger los fragmentos de mis murallas (o muros de contención, lo ignoro) y a intentar recomponerlas un poco, como el paroxismo del caballero derribado que intenta mantener la dignidad aunque sólo le haya quedado la celada puesta tras el golpetazo. Intentando dejar de sentirme tan estúpidamente vulnerable, pero ya era tarde para eso; así pues, compuse mi mejor cara de póquer y fingí que no pasaba nada, que nada iba a cambiar...
El escenario, romántico, con el crepúsculo guiñándonos sus últimos rayos de sol por entre las copas de los árboles y el lucero vespertino saludando.
El momento era perfecto, yo con el ánimo por los suelos y tú con el juicio ebrio; te conté el porqué de mi malestar y tú, por toda respuesta, me besaste.
Tras lo que a mí me parecieron unos efímeros momentos te separaste y me dijiste que temías dañarme, pero,claro, tú no sabías que mientras yo andaba perdida en tu boca la bola del piercing había roto todas mis defensas y mis esquemas como si una de demolición se tratase, dejando mi 'esencia' expuesta y vulnerable...
Me dijiste que perdías el culo por otra tía, y procedí apresuradamente a recoger los fragmentos de mis murallas (o muros de contención, lo ignoro) y a intentar recomponerlas un poco, como el paroxismo del caballero derribado que intenta mantener la dignidad aunque sólo le haya quedado la celada puesta tras el golpetazo. Intentando dejar de sentirme tan estúpidamente vulnerable, pero ya era tarde para eso; así pues, compuse mi mejor cara de póquer y fingí que no pasaba nada, que nada iba a cambiar...
jueves, 3 de junio de 2010
let´s look our hands
Si os fijáis un poquito os daréis cuenta de que las manos dicen mucho de la persona que las posee; mordisqueadas hasta los muñones si la persona es nerviosa o incapaz de reprimir ese mal hábito, callosas y agrietadas si esa persona lleva toda su vida trabajando duro, cuidadas e inmaculadas si las considera una parte importante de su "fachada" o si no ha dado un palo en su vida, si algo le crispa las cerrará en puños, e incluso podemos saber si alguien es agresivo solo mirando sus nudillos, si están despellejados o no.
Porque parece mentira, pero al final las manos son una parte muy importante de nuestra vida diaria, con ellas estrechamos lazos y manos, y en un momento dado, defendemos a nuestros seres queridos (aunque es preferible no tener que llegar a estos extremos, claro). Con nuestras manos también intentamos establecer contacto con nuestro oyente, tocándole mientras hablamos e intentando agarrar un fragmento de su atención.
Gesticulamos si estamos nerviosos o excitados (en el buen sentido de la palabra ), y tras un subidón de adrenalina, tiemblan.
Les confiamos demasiadas cosas cada día, nuestra escritura, nuestra vida al agarrarnos en ese vagón de metro, nuestra capacidad de transmitir ternura y afecto y, en definitiva, ese sinfín de pequeños gestos que también componen nuestra personalidad. Como recomendación os digo que merece más la pena emplear las manos en hacer feliz a alguien, conocido o no, que en hacerle mal, pues nunca sabes cuando se puede volver el viento contra ti y devolverte el lapo ( es aquel viejo dicho de "quien escupe al viento...)
Cuidad vuestras manos, ¡son vitales!
Porque parece mentira, pero al final las manos son una parte muy importante de nuestra vida diaria, con ellas estrechamos lazos y manos, y en un momento dado, defendemos a nuestros seres queridos (aunque es preferible no tener que llegar a estos extremos, claro). Con nuestras manos también intentamos establecer contacto con nuestro oyente, tocándole mientras hablamos e intentando agarrar un fragmento de su atención.
Gesticulamos si estamos nerviosos o excitados (en el buen sentido de la palabra ), y tras un subidón de adrenalina, tiemblan.
Les confiamos demasiadas cosas cada día, nuestra escritura, nuestra vida al agarrarnos en ese vagón de metro, nuestra capacidad de transmitir ternura y afecto y, en definitiva, ese sinfín de pequeños gestos que también componen nuestra personalidad. Como recomendación os digo que merece más la pena emplear las manos en hacer feliz a alguien, conocido o no, que en hacerle mal, pues nunca sabes cuando se puede volver el viento contra ti y devolverte el lapo ( es aquel viejo dicho de "quien escupe al viento...)
Cuidad vuestras manos, ¡son vitales!
lunes, 24 de mayo de 2010
Fishbowl
A decir verdad, este finde pasado siento como si lo hubiera vivido dentro de una pecera, o en una burbuja, lo cierto es que ha sido un fin de semana bestial, y he rentabilizado bastante la ausencia de la autoridad, aunque por supuesto, controlando.
Madre mía que dos noches de locura, bebiendo vodka con redbull y negrita con coca cola, mientras cada uno bailamos a nuestra bola, haciendo carambolas con las copas.
Como describir ese antro, con cierto encanto, en un sótano de mala muerte un gogó bailando, cien personas al unísono moviéndose mientras la música suena por los altavoces y me ensordece.
Salimos del garito riendo, hablando y / o fumeteando mientras se va caminando, viendo como el cielo va clareando y la ciudad, que está despertando. Deseando tener la suficiente energía para seguir contemplando la salida del día, y sin embargo, estoy derrotada: mis piernas temblequean; el café no sirvió de nada, por ello entregarse al sueño, la pequeña nada, fue tan dulce como el que hiel traga.
Sin embargo odié el tener a alguien al lado y el que me faltase valor para alargar el brazo; tengo un cierto problema: mi sangre es de hielo y mi corazón (a veces) de fuego...
Noches de locura pura...
Madre mía que dos noches de locura, bebiendo vodka con redbull y negrita con coca cola, mientras cada uno bailamos a nuestra bola, haciendo carambolas con las copas.
Como describir ese antro, con cierto encanto, en un sótano de mala muerte un gogó bailando, cien personas al unísono moviéndose mientras la música suena por los altavoces y me ensordece.
Salimos del garito riendo, hablando y / o fumeteando mientras se va caminando, viendo como el cielo va clareando y la ciudad, que está despertando. Deseando tener la suficiente energía para seguir contemplando la salida del día, y sin embargo, estoy derrotada: mis piernas temblequean; el café no sirvió de nada, por ello entregarse al sueño, la pequeña nada, fue tan dulce como el que hiel traga.
Sin embargo odié el tener a alguien al lado y el que me faltase valor para alargar el brazo; tengo un cierto problema: mi sangre es de hielo y mi corazón (a veces) de fuego...
Noches de locura pura...
martes, 18 de mayo de 2010
Nostalgia
¿Qué tendrá el cielo nocturno que hace que nos quedemos embobados mirándolo? Haga frío o calor, para los urbanitas es un espéctaculo irresistible.
Siempre recordaré esas noches muertas en las que podía estar hasta las 3 de la mañana fuera sin hacer nada aparte de observar el cielo. Cierto es que algunas las pasé en compañía, y creo que en cierto modo la ausencia de esas conversaciones (en las que creo que conocí más a fondo a esa persona que a ningún otro ser humano) marcaron el principio del fin de mi inocencia, ¡cuántos veranos jugamos juntos y reímos a reventar!
Hasta que un día, de golpe y porrazo, nos encontramos con que habíamos crecido y las cosas habían cambiado, habíamos dejado de apreciar esa aldea como bastión de nuestra infancia y pasamos a verlo como obstáculo en nuestra adolescencia y ocasional prisión estival.
Y así con el paso de los años ambos hemos cambiado, tanto, que probablemente no nos reconoceríamos ni aunque nos chocásemos (aunque dada la separación geográfica es harto improbable). Lo que me enseñó que la vida no siempre es justa, no señor, y que por mucho que nos guste pensar lo contrario, somos nosotros los que nos amoldamos a los vaivenes de la vida igual que a los guisantes del colchón y no al revés.
Siempre recordaré esas noches muertas en las que podía estar hasta las 3 de la mañana fuera sin hacer nada aparte de observar el cielo. Cierto es que algunas las pasé en compañía, y creo que en cierto modo la ausencia de esas conversaciones (en las que creo que conocí más a fondo a esa persona que a ningún otro ser humano) marcaron el principio del fin de mi inocencia, ¡cuántos veranos jugamos juntos y reímos a reventar!
Hasta que un día, de golpe y porrazo, nos encontramos con que habíamos crecido y las cosas habían cambiado, habíamos dejado de apreciar esa aldea como bastión de nuestra infancia y pasamos a verlo como obstáculo en nuestra adolescencia y ocasional prisión estival.
Y así con el paso de los años ambos hemos cambiado, tanto, que probablemente no nos reconoceríamos ni aunque nos chocásemos (aunque dada la separación geográfica es harto improbable). Lo que me enseñó que la vida no siempre es justa, no señor, y que por mucho que nos guste pensar lo contrario, somos nosotros los que nos amoldamos a los vaivenes de la vida igual que a los guisantes del colchón y no al revés.
jueves, 13 de mayo de 2010
Deep water
1, 2, 3, ¡Respira!..... 1, 2, 3 ¡Respira!.....
¡¡¡¡¡¡¡¡Aaahhhh!!!!!!! ¿qué es esto? ¿qué me pasa? De repente, me empiezan a venir fogonazos de recuerdos a la cabeza:
Un proyectil dirigiéndose a mí sin que yo lo viese hasta momentos antes del impacto porque iba en mi burbuja.
Un choque brutal.
¡¡chafff!! una caída a un lago de aguas engañosas.
Recuerdo ver el mundo a través de esa distorsión líquida sin ser capaz de salir de ahí y de dejar de pensar que debía salir, atrapada por las algas de mis dudas, que con sus verdes tentáculos se negaban a dejarme marchar enroscándose en mis piernas.
Mi cerebro se estaba quedando sin oxígeno y sin fuerzas para luchar, mis miembros eran de gelatina y en cierto modo me estaba preparando para dejar de existir...
De pronto dos pares de brazos me aferran por las axilas y me sacan de allí, un par me da el soporte que tanta falta me hacía, mientras el otro par se encarga de reiniciar mi organismo insuflándome una bocanada de aire fresco que limpia mi interior y de deshace de toda vacilación, completando el tangram de mi cabeza con la pieza necesaria y devolviéndome la cordura.
A estos dos "desconocidos" les doy las gracias por salvarme de morir ahogada en mi mar de dudas: Maurice, Lil´wasp, mi eterno agradecimiento.
¡¡¡¡¡¡¡¡Aaahhhh!!!!!!! ¿qué es esto? ¿qué me pasa? De repente, me empiezan a venir fogonazos de recuerdos a la cabeza:
Un proyectil dirigiéndose a mí sin que yo lo viese hasta momentos antes del impacto porque iba en mi burbuja.
Un choque brutal.
¡¡chafff!! una caída a un lago de aguas engañosas.
Recuerdo ver el mundo a través de esa distorsión líquida sin ser capaz de salir de ahí y de dejar de pensar que debía salir, atrapada por las algas de mis dudas, que con sus verdes tentáculos se negaban a dejarme marchar enroscándose en mis piernas.
Mi cerebro se estaba quedando sin oxígeno y sin fuerzas para luchar, mis miembros eran de gelatina y en cierto modo me estaba preparando para dejar de existir...
De pronto dos pares de brazos me aferran por las axilas y me sacan de allí, un par me da el soporte que tanta falta me hacía, mientras el otro par se encarga de reiniciar mi organismo insuflándome una bocanada de aire fresco que limpia mi interior y de deshace de toda vacilación, completando el tangram de mi cabeza con la pieza necesaria y devolviéndome la cordura.
A estos dos "desconocidos" les doy las gracias por salvarme de morir ahogada en mi mar de dudas: Maurice, Lil´wasp, mi eterno agradecimiento.
jueves, 6 de mayo de 2010
Kinds of flowers
Hoy en mi aburrido horario escolar, me ha dado por ponerme a escribir a ver que salía, y he llegado a la interesante conclusión de que las personas en el fondo, somos comos las flores:
Nacemos allí donde cae nuestro polen, necesitamos una tierra a la que arraigarnos (y un grupo social más adelante) en la que no pueden faltar las sales minerales del amor y el cariño parental, el sol de nuestras ganas de vivir y el agua del aprecio y cariño sincero. Si cultivas tus amistades y las mantienes en buen estado darán el fruto más precioso que una humano/flor puede otorgar: la flor de la amistad, el saber que la persona con quien quedas y sales se le ilumina la cara solo con verte, y que si algún día estás mustio ellos vendrán a regarte o a despejar esa nube que oscurece el sol.
Al mismo tiempo, hay tantas clases de flores como de personas (y las que quedan por descubrir ¿eh?), unas de espinas erizadas y depredadoras como las plantas carnívoras, otras delicadas e indefensas como las orquídeas, otras que parecen inofensivas y guardan veneno en su interior como la adormidera... tantas cómo botánica sepas.
Como conclusión, nótese que la falta de cualquiera de estos factores puede dar lugar resultados desastrosos como transplantes erróneos (al faltar arraigo), raquitismo (falta de agua y de sol proporcionado) o sencillamente la aletargación de la voluntad de la persona/planta por florecer, que equivale a morir, pues si no eres capaz de entregar lo más preciado que puedes dar sin esperar nada a cambio, y ya no digamos de abrir tu corazón, ¿estás vivo?
Yo creo que no, se vive mientras se ama, mientras se tiene algo por lo que luchar y levantarse cada mañana, el día que me levante como un autómata, sin capacidad de sentir ni padecer, me daré por muerta.
Hasta aquí mi pequeña reflexión nacida de un sueño que tuve despierta.
Nacemos allí donde cae nuestro polen, necesitamos una tierra a la que arraigarnos (y un grupo social más adelante) en la que no pueden faltar las sales minerales del amor y el cariño parental, el sol de nuestras ganas de vivir y el agua del aprecio y cariño sincero. Si cultivas tus amistades y las mantienes en buen estado darán el fruto más precioso que una humano/flor puede otorgar: la flor de la amistad, el saber que la persona con quien quedas y sales se le ilumina la cara solo con verte, y que si algún día estás mustio ellos vendrán a regarte o a despejar esa nube que oscurece el sol.
Al mismo tiempo, hay tantas clases de flores como de personas (y las que quedan por descubrir ¿eh?), unas de espinas erizadas y depredadoras como las plantas carnívoras, otras delicadas e indefensas como las orquídeas, otras que parecen inofensivas y guardan veneno en su interior como la adormidera... tantas cómo botánica sepas.
Como conclusión, nótese que la falta de cualquiera de estos factores puede dar lugar resultados desastrosos como transplantes erróneos (al faltar arraigo), raquitismo (falta de agua y de sol proporcionado) o sencillamente la aletargación de la voluntad de la persona/planta por florecer, que equivale a morir, pues si no eres capaz de entregar lo más preciado que puedes dar sin esperar nada a cambio, y ya no digamos de abrir tu corazón, ¿estás vivo?
Yo creo que no, se vive mientras se ama, mientras se tiene algo por lo que luchar y levantarse cada mañana, el día que me levante como un autómata, sin capacidad de sentir ni padecer, me daré por muerta.
Hasta aquí mi pequeña reflexión nacida de un sueño que tuve despierta.
lunes, 3 de mayo de 2010
Resist.
Bueno ya estoy de vuelta por aquí,
Tal y como me temía la vida me volvió a dar esquinazo y mis esperanzas se hicieron pedazos en el momento que vi que se cogieron del brazo,
ni las oí marcharse supongo que no quisieron enterarse
del ruido que hacía mi corazón al quebrarse.
Cierta satisfacción vengativa me invade,
algo me consuela el saber que no encontraron a nadie.
La próxima fumaré maría para que me resbale,
y quizás entonces sea un buen viaje.
Observo a otros grupos y hay vínculos entre ellos,
¿que hay entre nosotros? Cero
Algo en esta ecuación me falla,
quizás yo sea el término que no encaja,
como esa pieza del puzzle que mil años ha que perdiste
pero que en un cajón olvidada aún existe.
Sé que no tiene métrica ninguna, pero dado mi ánimo por lo menos rima y todo.
Tal y como me temía la vida me volvió a dar esquinazo y mis esperanzas se hicieron pedazos en el momento que vi que se cogieron del brazo,
ni las oí marcharse supongo que no quisieron enterarse
del ruido que hacía mi corazón al quebrarse.
Cierta satisfacción vengativa me invade,
algo me consuela el saber que no encontraron a nadie.
La próxima fumaré maría para que me resbale,
y quizás entonces sea un buen viaje.
Observo a otros grupos y hay vínculos entre ellos,
¿que hay entre nosotros? Cero
Algo en esta ecuación me falla,
quizás yo sea el término que no encaja,
como esa pieza del puzzle que mil años ha que perdiste
pero que en un cajón olvidada aún existe.
Sé que no tiene métrica ninguna, pero dado mi ánimo por lo menos rima y todo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)