Encontré un papel arrugado en el fondo de uno de mis 'cajoncitos', donde guardo toda la morralla que necesito para el día a día y algunas cosas de más. Es una de esas revelaciones repentinas que te asaltan y sientes la necesidad de escribirlas, ésta en concreto me asaltó una lejana noche hará 3 o 4 meses mientras miraba el vacío en el balcón de una muy buena amiga:
"Cuando tomamos una decisión no tenemos miedo a la decisión en sí, sino a sus consecuencias. Lo comparo con saltar desde un lugar alto, no te atemoriza saltar, sino el hecho de caer y quedar herido, de sentir un dolor insuperable y aun así decirte "me tengo que sobreponer a ello, levantarme y sacudirme el polvo"...
Así pues, debes erguirte airoso entre los escombros de tus ruinas cada vez que falles un salto.
Totalmente de acuerdo, hay que ser consecuente con las decisiones y si te equivocas pues a intentar decidir bien en el futuro y levantarse. Como dice un amigo mío: "Un hombre no se mide por las veces que se cae sino por las veces que se levanta"
ResponderEliminarUn saludo
Que remedio... siempre hay que levantarse, por mucho que caigas. Saludos :)
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