La situación es más o menos la que sigue:
Mi contrato vence. Me llaman de distintas operadoras para ofrecerme renovar con ellos. Mi excompañía (R/Vobafone) me ofrece mantener mi tarifa tal cual y darme un terminal nuevo bastante mediocre, pero mejor que la
Siguiente paso: Orange y su tarifa más parecida a la mía anterior. Me regalan un terminal (mejor), pago menos al mes y en menos de una semana tendría el terminal en mis manos. Ohhhhhh ¿es eso del horizonte el Edén...?
LOS COJONES.
Ahí comienza una guerra de llamadas en la que me llaman casi cada día ofreciéndome "ofertas" que me dan ganas de reír porque se piensan que soy gilipollas. Teleoperador@s más inútiles que la g de gnomo, más incapaces de mirar unas simples características de un teléfono que cualquier usuario medio y unas tarifas sencillamente incomprensibles y asombrosamente caras para la mierda que son. Me decido por Orange (Mierdistar/Movistar lo descarto de entrada por razones éticas) y Vobafone me llama en un desesperado intento por que me quede ¡ofreciéndome pagar diez euros más al mes y dándome un terminal que llevaría lo menos tres años de desfase!. Me río por no llorar y comienzo la portabilidad decidida a dejar atrás de una vez por todas el infierno que supone cambiar de compañía. Es cuando YA está comenzada cuando Vobafone vuelve a llamarme para ofrecerme lo que yo considero la tarifa ¡Nooooooooooo... no te vayaaaaaas! y decido que ya está bien de mamoneo y que les van a dar por saco por liantes y oscurantistas.
Todo queda cerrado y visto para sentencia y yo ya solo puedo ansiar el día en que llegue el teléfono y pueda almacenar como material de construcción la blackberry...
Me encuentro con que la portabilidad ha sido hecha a tiempo y en su fecha... Todo perfecto salvo por un pequeño detalle: NO TENGO NI EL TELÉFONO NI LA SIM EN MI PODER.
¿Y eso qué significa, Señorita Iracunda? Que estoy entre Pinto y Valdemoro con la
¡¡¡Pudríos en el infierno, malditas!!!.